La incapacidad para escapar

En la películas Princesas y El truco de manco, el punto de comparación para mí fue el hecho que ni Caye o Zulema ni Quique o Alfonso pueden escapar sus malas condiciones sociales. Todos estos personajes son de la clase baje, y sus vidas se caracterizan por la pobreza y otras formas de violencia estructural también. Las drogas son ubicuas en ambas películas junto con las imágenes de los complejos de viviendas subvencionadas.

Sin embargo, Caye, Quique y Alfonso tratan de escapar sus vidas de la clase baja. Caye empieza a salir con Manuel y trata de vivir una vida afuera de su vida como prostituta. No obstante, ella no puede escapar porque el amigo de Manuel le llama en el restaurante y Manuel se da cuenta de que ella es prostituta. Como resultado, él ya no habla con Caye, y así, ella regresa a su vida como prostituta.

Zulema tratan de escapar también, pero está tratando de escapar su vida en la República Dominicana para crear una mejor vida para sí misma y su hijo. Llega a ser prostituta para ganar dinero, pero en el proceso, se contrae SIDA. Así, aunque ella es prostituta en un esfuerzo de mejorar su vida, destruye su vida en realidad.

En el caso de Quique y Alfonso, tratan de escapar sus vidas tristes a través de la construcción de un estudio de grabación. Aun así, Alfonso no puede terminar su uso de drogas y al final de la película, su estudio se enciende a causa de su relación con un gángster. Por lo tanto, intentan salir sus vidas para crear otra nueva y mejor vida, pero fracasan.

Así, mientras que los personajes de ambas películas tratan de crear una vida mejor para sí mismos y sus familias, no pueden hacerlo a causa de la violencia estructural omnipresente. Para todos, no es fácil cambiar su vida, especialmente con respecto a sus circunstancias en toda la película. Por lo tanto, aunque nosotros queremos una vida mejor para Caye, Quique y Alfonso, estamos deprimidos un poco al final de la película porque en realidad, van a vivir la misma vida, una vida triste, una vida de pobreza y, últimamente, una vida que no quieren.